owl.-

esa noche el búho descendio a la ciudad,
nos hizo contemplar el incesante baile que estamos obligados a seguir,
y no pude tocar ni una sola cuerda,
no pude decir una sola palabra,
y fui feliz, como nunca lo había sido.
tener tanto poder para hacer tan poco,
alivianó lo que se suponía siempre debió ser liviano.
el buhó se rió, agitó sus alas, nos asustamos, estupidos.
eramos tan pocos y tan POCO.
esa noche el pueblo saboreó la euforia,
la visita tan esperada e indeseable,
sabían que no querían que llegara algo que pronto habría de abandonar.
y fui feliz, tan feliz. lágrimas.
la catedral pronto se encontró sola, ninguna fé pudo sostener la alegría mas pura,
ningun grillete detuvo la libertad mas plena,
ningun anillo amarró a dos personas a no-vivir mas de la cuenta.
pero las calles ya se secaron, cada flujo de celebración escapo hacia las nubes.
ambos se marcharon tan pronto, el búho y mi felicidad.
y esta noche parado aquí, siguiendo la danza,
te digo que nunca fui asi de feliz.